lunes, 1 de marzo de 2010

Ernest Hemingway: LAS CAMPANAS DOBLAN POR TI

Extraido de La jiribilla

El escritor deseaba verlo todo, oírlo todo, conocerlo todo, con una concepción que marcaría toda su obra: observar de cerca los acontecimientos o vivirlos intensamente, para con esa experiencia vital construir una nueva realidad literaria.

Enrique Cirules
La Habana

A finales de febrero de 1937, enviado por la North American Newspaper Alliance, Ernest Hemingway (Oak Park, Chicago, 1899-1961) viaja a España como corresponsal de guerra; y entre marzo de 1937 y septiembre de 1938, se hace presente en los parajes donde los republi-canos españoles y el fascismo internacional sostenían encarnizados combates.

El escritor deseaba verlo todo, oírlo todo, conocerlo todo, con una concepción que marcaría toda su obra: observar de cerca los acontecimientos o vivirlos intensamente, para con esa experiencia vital construir una nueva realidad literaria.

Con una chaqueta de gamuza, grandes botas, boina vasca, espejuelos redondos; algunas cebollas en los bolsillos y una vieja cantimplora llena de cogñac, Hemingway se dedicó a escribir crónicas y reportajes, unas veces como periodista, y en otras ocasiones deslizándose en las trincheras como un simple soldado o instructor de milicias; contribuyendo a filmar documentales sobre la guerra; regresando a América para ofrecer discursos y promover la ayuda para la causa republicana; y regresar de inmediato a España, con el ánimo de hacer nuevos amigos en el frente, y compartir los peligros con los combatientes republicanos, y con las numerosas personalidades de la cultura mundial que estaban acudiendo por entonces a la península Ibérica; y desde una habitación del hotel Florida, en el centro de Madrid, desafiar el constante cañoneo y asedio sobre la ciudad; y como si fuera poco, enamorarse de nuevo, esta vez de una escritora: Martha Gellhorn.

Lo cierto es que para finales de octubre de 1938 Hemingway se encuentra instalado de nuevo en la habitación 525 del Ambos Mundos, en La Habana Vieja; viaja a Key West, y rompe sus relaciones con Pauline Pfeiffer; y con su yate Pilar, organiza un magistral repliegue hacia la fabulosa Habana.

Está por comenzar a escribir uno de los textos más polémicos de la época; y al mismo tiempo, la mejor novela que hasta hoy se conoce sobre la Guerra Civil Española.

Habría que imaginar a Hemingway en esa habitación nordeste, su preferida; en el quinto piso del hotel Ambos Mundos; habitación de cuatro por cinco metros, con una cama matrimonial y una mesa, y su máquina de escribir, iniciando su trabajo con las luces del alba, sudando, creando, fatigándose en la escritura de aquel complicado proyecto, hasta más allá del mediodía; pero sobre todo, con una encantadora muchacha dentro de aquella habitación, a la espera de que el escritor concluyera con su faena diaria.

Roto su matrimonio con Pauline Pfaiffer, y rotos también los intensos amores que había sostenido con la imprevisible Jane Mason, traía hacia los esplendores de La Habana a la encantadora Martha Gellhorn.

Se sabe que en esas circunstancias, en el hotel Ambos Mundos, escribió la primera versión de Por quién doblan las campanas. Luego, gracias al olfato que poseía Martha Gellhorn –quien se convirtió en su tercera esposa-, surgió la opción de Finca Vigía, en las colinas de San Francisco de Paula, a quince kilómetros de la capital, donde Hemingway, en quince meses de intenso trabajo, en julio de 1940, concluyó la revisión final de la novela.

Después de diez años de contactos con la cultura cubana, y de haber estado escribiendo en cuartos de hoteles, mesas de bares, tabernas y hostales, Ernest Hemingway echaba su anclaje definitivo en Finca Vigía.

For Whom the Bells Tolls, Charles Scribner´s, Nueva York, comenzó a circular el 21 de octubre de 1940. Novela destinada a alcanzar con rapidez un gran éxito; mítica historia de amor y de guerra que recorrió el mundo; y cuya primera edición estuvo a cargo de su amigo Max Perkins.

Por quién doblan las campanas transcurre alrededor de la voladura de un puente, acción que debe de impedir el avance de las tropas fascistas... Y donde el personaje central, Robert Jordan (el alter ego del escritor), se enamora de una muchacha española, de María; y es conducido a una de esas típicas situaciones hemingwayanas, en el contexto de la Guerra Civil Española.

Hemingway abordó esta novela con gran sentimiento y una profunda admiración hacia el pueblo español. Por quién doblan las campanas es el reflejo del impacto que produjo la guerra de España en el escritor; y que Hollywood (Paramount Pictures) comenzó a filmar en 1941, en Sierra Nevada, California. Los personajes centrales (María y Robert Jordan) encarnados esta vez por Ingrid Bergman y Gary Cooper.

La Habana, octubre del 2002

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