sábado, 25 de julio de 2009

Retratando la Historia

Nostalgia del libro instantáneo
Por Mirko Lauer
Perú padece una sequía de libros instantáneos. Es decir libros de coyuntura, más elaborados que la información periodística, pero menos densos que un volumen académico sobre el tema. A veces aparecen (la memoria carcelaria de Magaly Medina fue un hit en los quioscos), pero muy rara vez en temas de política nacional.Las explicaciones existen: pocos lectores, políticos que no escriben, resistencia a profundizar, una alta rotatividad de los temas.

El libro instantáneo político no es un antídoto contra la superficialidad, pero sí expresa un deseo público de calar algo más hondo que la dieta de los medios. Da la impresión de que aquí no lo tenemos.Al mismo tiempo somos un país privilegiado para hacer libros al paso sobre política. Un vacío que a veces es llenado por la monografía de una ONG. Lo cual es algo, pero no en el fondo se trata de especialistas escribiendo para especialistas. Son libros que por su forma de ser escritos suelen aparecer cuando el público se ha olvidado del asunto.

Por ejemplo, el linchamiento del alcalde de Ilave, Puno, en el 2002 acaso hubiera dado para un best seller. Produjo dos buenos textos de ciencia social (José Luis Ayala, Ramón Pajuelo) recién en el 2005. Por el camino se perdió un público potencial, una ampliación del debate sobre el tema, y quizás un negocio editorial. Notemos que aquí la violencia política 1980-1992+ luego de ser tratada monográficamente pasó directamente a la narrativa, sin detenerse en el libro instantáneo. Hay temas, como el de ciertas formas de corrupción, que simplemente se atascan en el limbo de los medios y la red. Pero en términos generales no conviene buscar la política actual en las librerías.Gustavo Gorriti está a punto de revertir la tendencia con Petroaudios, una historia del caso y su investigación, que será serializada por Planeta en breves tomos desde los primeros días de agosto. Será un texto policial y judicial, pero inevitablemente también político.

Aunque en este caso ya es, más que un libro instantáneo, una suerte de libro simultáneo.Un buen libro instantáneo no solo recoge de la política, sino que influye en ella. En este sentido es notorio que parte de ese papel se ha trasladado a un conjunto de películas peruanas que en los últimos tiempos lograron instalarse en el debate sobre temas político-sociales de fondo en el país. No ha sucedido con las novelas, como sucedía en los años 60-70.

A pesar de que hay más librerías que antes, y mejor amobladas e iluminadas, es evidente que la Ley del Libro de 2003-2004 tampoco ha funcionado mucho para promover este tipo de libro. El quiosco de la calle todavía es un mostrador demasiado primitivo, y el pirata editorial funciona como una suerte de polilla ultrarrápida para los libros de actualidad.
La República, 25 de julio de 2009

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