Por Oscar Torres
Es uno de esos genios peruanos que aparecen cada cincuenta años. Alfredo Bryce Echenique, famoso escritor que hizo de Lima, de los limeños y sus peculiares convenciones sociales el tema principal de su obra, llegó al Perú esta vez para quedarse, según propia confesión. El creador de 'Un mundo para Julius' (que para muchos, es la mejor novela peruana de todos los tiempos) me recibió en la sala de su casa. Invitándome luego a pasear por el parque, ese en el que camina dos horas diarias todos los días y está enfrente de su hogar, y con una humildad que solo la tienen los grandes, me autorizó a tutearlo y empezar a pensar juntos...
En el calor de su hogar y en la frescura del Parque El Olivar, Alfredo Bryce Echenique se confiesa como nunca antes con TROME. Se lamenta por el matrimonio de Reimond Manco y reconoce que le encanta el trago, 'porque los escritores tímidos se vuelven maravillosos con sus copas encima'
Alfredo, para mí es un lujo conversar contigo, sobre todo la posibilidad inédita de tener una charla extensa. El pueblo te lo agradece.
Muchas gracias, para mí también es un gusto grande y un lujo también, porque sé que esta entrevista no es frecuente y me van a dedicar la página del domingo que es el día que más se vende el diario. En fin, para mí es el placer.
El próximo 19 de febrero cumplirás 70 años, ¿estás preparado?
Yo nunca he estado preparado para ninguna edad de la vida, ni siquiera para nacer (sonríe).
Martín Romaña, protagonista de tu obra 'La vida exagerada de Martín Romaña', decía: "Quisiera prolongar la adolescencia hasta que me sorprenda la muerte", ¿en realidad piensas eso?
Sí, yo me siento adolescente todavía. La idea de la edad ha cambiado mucho y el hombre y mujer sigue siendo jóvenes mucho más que antes. Antiguamente, a la gente a los 50 años la consideraban vieja, pero ahora no sientes eso. Yo me siento muy joven, lleno de proyectos y cosas. Tengo una vida activa y en movimiento.
Hoy, ¿cómo encuentras Lima?
He regresado, ahora sí de forma definitiva, a vivir a mi país después de muchos años. Yo siempre he venido, incluso el 99 radiqué después de 34 años, pero ahora recién he aterrizado. Psicológicamente, digamos, no estoy instalado, no tengo un sitio dónde escribir. Mis cosas han llegado al Perú, pero están en un depósito. Mi biblioteca, mi mundo, mi música.
¿Qué tipo de música te gusta?
Es un amplio espectro que va desde la canción popular que puede ser el vals criollo, las rancheras, el tango, cómo no, el bolero. La música de un Joaquín Sabina, Joao Manuel Serrat, pero también es el jazz.
¿Bailaste las canciones del 'Grupo 5' o 'Bareto'?
Sí, lo sigo, pero no participo. Soy un seguidor pasivo, porque dicen que los hombres duros no bailan, ja, ja, ja. Yo me la trato de dar de duro...
Es verdad que eres 'crema' a muerte como Mario Vargas Llosa?*
Perdón, que es esto. De dónde me has sacado eso. Mi equipo ya no existe, era el Ciclista Lima, semillero de cracks.
Pero tapaste por la 'U' desde muy niño hasta los 17 años, ¿también lo niegas?
(sonríe) Es verdad, yo tapé hasta llegar a los juveniles. Recuerdo, incluso, de un partido entre la 'U' y el Independiente de Avellaneda. Yo tapé un penal y ganamos 1 a 0. En los años 50. Después me dediqué a estudiar.
Sé que tus ídolos son 'Lolo' Fernández y 'Toto' Terry, ¿pero qué vivencia tuviste con alguno de ellos?
Los traté. 'Lolo' era muy buena persona. Me entrenaba, me disparaba tiros libres, con la fama que tenía (de cañonero) uno se tenía que quitar del arco. El otro ('Toto' Terry) era un indisciplinado de porquería, carajo. Antes de ir al estadio, yo almorzaba en un lugar que se llamó 'El Superba', que quedaba en la avenida Petit Thouars. De repente llegaba Terry y decía: "Un tallarín, carajo". Se lo comía con tres 'chelas' grandes, ya había venido en tragos y se iba al Estadio Nacional. Un día que metió un maravilloso gol de cabeza, solo de genio y le preguntaron: "¿Cómo lo hizo?" Él respondió: "Yo solo sé que cabeceé un ladrillo" (risas).
Tulio Loza, una vez, declaró cachaciento: "Bryce Echenique, al afanar a una chica, se ponía más nervioso que monja cuando no le viene el período". ¿Es verdad que estabas templado de una cholita agraciada de Barrios Altos, amiga de Tulio?
Exagera bastante, pero hay mucho de verdad también. Quiero decir que Tulio era un gran cirio. Además, Tulio Loza ya era conocido... y muy gracioso. Pienso que fue mucho más gracioso en la vida cotidiana que en la televisión, donde poco a poco se fue quedando en la nada, un payaso de porquería. Tulio, en la universidad, tenía el humor más grande y fino que podía haber. Éramos muy amigos y es verdad que, a veces, me ayudaba a conquistar a una chica, porque yo no me atrevía a aventarme y él sí. Además, decía: "Amiga, te presento a mi amigo, Mister Bryce". Él me hizo popular en San Marcos.
¿Cuál es tu dicho con las mujeres?
Mi dicho es: "Siempre son más altas que yo" (sonríe).
En el caso de Ana, tu actual esposa, ¿la conquistaste o te conquistó?
Eso fue mutuo. La verdad, fue un amor a primera vista. Nos vimos y ella se me acercó. Yo estaba mirando unas fotos, me acuerdo, en la reunión de un amigo. Al primer momento no le hice caso, pero después la miré bien y me gustó mucho. La saqué a bailar y antes que acabara esa pieza le dije: "Nos vamos a casar". Eso fue el año 95, pero nos casamos hace cuatro años, en mayo los cumplimos
Alfredo Bryce Echenique, ¿se considera bello y rico?
No, ni bello ni rico. Soy feísimo. Salgo a la calle y nadie se fija en mí. Se fijan en el escritor, pero en mí, nadie.
¿Se puede creer que un chico de 18 años como 'Reimond Manco' se case con una joven de 23 años?
No pues, esas cosas no son normales. No es lo ideal.
No es el caso, ¿pero funcionan las relaciones donde la diferencia de edad es de 15 años o más?
En el caso de chicos jóvenes, cuando la diferencia es de un año o dos, pero de más de 15, es difícil pese a que mi mujer es 17 años menor que yo, pero bueno, los dos ya somos mayores. Ella ya tuvo antes una experiencia matrimonial y yo dos, pero estoy seguro que esta es la buena.
¿Cómo así nació la idea de casarse?
Me casé, porque mi suegro que era un hombre de edad quería mucho a su hija mayor (esposa de Bryce) y él prefería que su hija estuviera casada con un hombre por la legal.
¿Te arrepientes de haber ido hace unos años a una entrevista con César Hildebrandt con unas copitas de más?
No, con una copita de más, con varias. Al contrario, eso me desinhibió y lo puse muy en su sitio. La gente casi enloquece con la entrevista y el tipo tuvo que cambiar de estilo y todo. Yo venía de Europa, con el cambio de horario, mal sueño. Estaba sin dormir tres días, por decirlo de alguna forma. Ahí lo que pasó fue que él quiso hacer una trampa. En un momento me comenzó hacer preguntas desagradables, sobre temas que no se deben tocar y me dijo que no estaba en el 'aire'. Y su propia gente, los camarógrafos me dijeron: "Sí estamos en el 'aire', señor Bryce". Se pusieron de mi parte y ahí me envalentoné. Me burlé de él, le contesté a todo.
¿Qué hiciste con los 601 mil euros que recibiste al ganar el famoso Premio Planeta?
Lo que yo diga casi no importa por más de que sea la verdad, como dicen que soy un dilapidador, un loco y no me pierdo una sola juerga. Lo tomo como dicen: "Es bueno que hablen de uno aunque sea bien". La verdad venía de una desilusión con el Perú, había vuelto a Europa, algo incómodo y ese premio significó recibir una buena suma de dinero para invertir en la compra de un departamento, instalarme bien, comprar muebles y lo demás invertirlo para tener una pequeña renta.
Alfredo, hablemos claro, ¿qué tanto te gusta la juerga?
A mí me encanta, la verdad. Pasa que en el Perú ya no tengo amigos realmente 'juerguistas'. Mis amigos 'juerguistas' están en Madrid.
¿Es verdad que el vodka es tu trago predilecto?
A mí me gusta mucho el pisco sour, pero el vodka como trago largo, de combate. Yo descubrí el vodka tarde en mi vida, por un editor mío en Suecia, que es productor del vodka marca 'Absolute' que él lo hace. En esa época tomaba whisky, que me caía pésimo. Una noche de whisky, para mí, eran dos o tres días de caer enfermo. Nervios de punta, unos dolores de cabeza horribles. De pronto, el descubrimiento del vodka ha sido poderme acostar una noche tarde tomándome muchos vasos de vodka y no sentir nada al día siguiente.
¿Cada cuánto tiempo bebes alcohol?
En la noche, ya tarde, me tomo un par de copas con mi esposa. Oímos música, conversamos. No todos los días, porque estamos viajando, pero cuando nos quedamos en la casa, donde tenemos nuestras propias cosas y música, ahí lo hacemos. Los escritores tendemos a ser bebedores, porque es una forma muy grande de conversación, porque es una forma de acercamiento. Dentro de los escritores abundan los tímidos y se vuelven maravillosos con tragos. Se transforman.
¿Es cierto que te metiste más de una buena juerga con el talentoso Joaquín Sabina?
Con Joaquín sí más de uno. Yo lo quiero, lo respeto y admiro mucho. La juerga es con todo. Yo con vodka, él con whisky. También con mucho vino y nos hemos reído, cantado e imitado. Hemos sido absolutamente felices, pero con quien nos metimos una juerga de cinco días y terminamos en el hospital fue con el actor Paco Rabal. Encontrarme con él era un peligro.
En el hospital, ¿te metían suero para desintoxicarte?
Para pararnos nos metían al hospital (sonríe).
En la vida, ¿vale equivocarse?
En la vida vale mucho equivocarse. En el amor te puede costar caro, pero la gente que comete errores a mí me conmueve, la gente estúpida es la que no sabe reconocerlos.
Antes de hacerte esta pregunta, te quiero decir que me solidarizo contigo. ¿Qué reflexión haces de la denuncia que te hicieron donde supuestamente copiaste ilegalmente 16 artículos de diversos autores y que llevó al Indecopi a multarte con 177,500 soles?
Esperar, por ahora hay un juicio pendiente. Confío en que la justicia nuevamente me dé la razón. Yo lo que he hecho en falta es que aquellos acusadores me acusen con odio y, sin embargo, no den la noticia que había ganado un juicio. El otro día una periodista chilena, que jamás me da la cara, hace poco estuve en una rueda de prensa por la Feria del Libro de Chile, y lleva años persiguiéndome... esa persona dijo que había plagiado a un periodista peruano radicado en Francia, corresponsal de RPP, Fernando Carballo, a los quince días Fernando negó rotundamente ese hecho. Se lamenta de por qué no dicen eso los periódicos.
Pero hablemos de este caso específico, ¿el Indecopi se equivocó?
Ha fallado a mi favor, ahora hay un segundo proceso y falló en primera instancia. A mí lo que me ha llamado más la atención es que ni siquiera he sido notificado del comienzo de ese procedimiento. Como los periódicos me acusan incesantemente, no publican cuando se desmiente judicialmente el hecho.
¿Cuál es tu platillo predilecto?
Tengo tres: 'El seco de cordero' con arroz, el noctámbulo es el 'tacu tacu' ese que viene montado y un buen cebiche acompañado de su pisco sour (sonríe).
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